martes, 28 de diciembre de 2010

Palabras en el viento.

Dios. Odio esta sensación. Otra vez? Porque? Otra vez sola en busca de un barco, para zarpar a illas desconocidas. Odio estar sola. Siempre me entra esa especie de escalofrío que recorre mi cuerpo como si estuviera poseída por el diablo. Ahora no puedo ver un atardecer sin pensar en el amor. El amor que ya se fue, y no soy capaz de olvidar. Estirada en la cama, no puedo dormir, y cuando justo pienso que lo estoy superando vuelve. Vuelve ese olor efímero, dulce y amargo a la vez. Ese olor a hombre que entra por todos los poros de mi piel y inunda mi celebro de falsas esperanzas. Necesito encontrar esta sensación otra vez. En otro hombre. En otro espíritu, igualado al mio.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Cómo?

Vaya! Parece que todo empieza a desvanecerse. Mi sueño, su sueño, porque todo se ha vuelto inestable. No hay vuelta atrás. Ya, parece todo tan lejano, aquellos momentos en los que pensabas que eso jamas iba a terminar. Y fíjate ahora, estas mas cerca del final que nunca. No debiste pensar en una segunda oportunidad. O quizás si, pero no en una tercera. Eso jamas. Porque el dolor vuelve. Y es lo peor del mundo. No se lo deseo a nadie, porque es un dolor angustiante, que penetra hasta lo mas profundo de tu ser y se clava en tu corazón. Intenta hacer que caigas en una espiral negra sin fin, hundiéndote en la miseria y entregándote totalmente al llanto desconsolado de tu alma. No puedes evitarlo. Si tu lo amabas, es algo que no puedes evitar, ni podrás evitar, durante el resto de tus días.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Hostilidad.

- ¿Pero por qué?
- ¿Por qué, qué? ¿Por qué te quiero? - preguntó el muchacho.  
- No. Porque nos ha pasado esto. Porque nos enamoramos si no debíamos hacerlo. Porque ahora que está hecho no podemos ser felices juntos. Yo he visto cosas, he vivido cosas. No creo en el destino. 
- Eres tan diferente a todos los demás que conozco... Me di cuenta enseguida, la noche en que nos conocimos. Hay... algo extraño en ti, algo fascinante que me atrae y que hace que los demás sean espantosamente aburridos comparados contigo. Sí, te quiero a ti, y te querré siempre, te lo juro.